El rol de los directores de las AFP

Rafael Rodríguez

A estas alturas más de la mitad de la totalidad de los directores nombrados por las AFP han pasado por un proceso de selección a través de una empresa de head hunting . Como en Seminarium hemos tenido la responsabilidad de participar en la selección de estos directores en los últimos tres años, creemos tener cierta autoridad para resaltar ciertos conceptos referidos al carácter de los mismos.



En primer lugar, es fundamental comunicar el rol de los directores nombrados con votos de las AFP en las compañías donde se desempeñan; contrariamente a una caricatura de un bull-dog que golpea la mesa en la primera oportunidad donde ve algo que no le gusta, este director tiene como misión fundamental el apoyar a la compañía, no inspirando miedo o resentimiento sino que todo lo contrario, ayudándola a mejorar sus prácticas de gobierno corporativo, aumentando su transparencia y mejorando sus políticas de gestión.

Es necesario entender para ello que las empresas chilenas donde invierten las AFP tienen, salvo en La Polar, grupos controladores que son exitosos empresarialmente hablando; por ello las AFP han invertido sus fondos en dichas compañías. Si por alguna razón perdieran la confianza en su capacidad empresarial, votarían vendiendo sus acciones y se irían a otra donde si tuvieran esa confianza.

Por otra parte si un director llega golpeando la mesa, de vuelta va a escuchar unos golpes más fuertes y la posibilidad de cumplir su misión de mejorar el gobierno corporativo se dificulta porque el control significa que los dueños por virtud de la democracia accionaria pueden conseguir aprobar lo que les parezca, dentro del marco de la legalidad.

Lo anterior no significa que sea débil de carácter; una de las funciones que le asigna la ley es la de supervisar las transacciones relacionadas en el Comité de Directores que debe ser integrado por al menos un director independiente; si en ese Comité detecta algún intento de apropiación indebida, aún cuando marginalmente, de la renta de los minoritarios, entonces debe golpear la mesa del directorio y eventualmente la de las autoridades si fuere necesario. En otras circunstancias debe ser inteligentemente articulador, convencer y en un alto porcentaje de las decisiones va a apoyar las propuestas presentadas por la administración porque en general son buenas; no es por casualidad que la empresa ha recibido las inversiones de las AFP.

Este rol ha sido entendido por las AFP quienes han elegido personas que entienden esta misión y la ejecutan naturalmente, no es coincidencia tampoco que más de un 80% de los directores elegidos en los últimos tres años sean ex gerentes generales de compañías grandes quienes tienen una gran experiencia en haber participado en reuniones de directorio y que por la naturaleza de su cargo son generalistas, pero al mismo tiempo versados en cifras, en un 91% sean ingenieros comerciales o civiles y que por lo general hayan establecido adecuadas relaciones de respeto mutuo con los controladores ganándose un espacio que de otra forma no tendrían.

La ganancia de este proceder es mutua, se respeta el rol del representante de los minoritarios, se establecen mejores controles a la gestión de la compañía y ésta aumenta de valor por cuanto está probado empíricamente que las compañías que tienen un mejor gobierno corporativo valen cerca de un 5% más; así ganan minoritarios y controladores.